Smart Engineering ha comenzado a principios de año un nuevo proyecto para el desarrollo de herramientas basadas en el aprendizaje autónomo y el análisis masivo de datos, con aplicación en diferentes ámbitos de la ingeniería civil que van desde el sector de los prefabricados hasta la edificación. Este proyecto se enmarca dentro de una ayuda Torres Quevedo para incorporación de doctores a empresas privadas, del Ministerio de Ciencia e Innovación (PTQ-18-90877). Gracias a la citada ayuda se ha incorporado a Smart Engineering el Dr. Tai Ikumi.

Hoy en día, los datos se sitúan como una de las fuentes de beneficio económico más dinámicas en multitud de sectores económicos. El análisis exhaustivo de los datos ha demostrado que tiene la habilidad de mejorar el rendimiento y la productividad de cualquier actividad económica. Sin embargo, su uso en el sector de la ingeniería civil aún sigue siendo marginal. De hecho, se suele reconocen abiertamente que en muchos casos los datos registrados no se llegan ni siquiera a analizar. Esto se debe a la dificultad de destinar recursos técnicos humanos de alta cualificación a tareas que hoy en día se siguen haciendo de forma muy manual en el ámbito de la ingeniería civil. Este tipo de prácticas van en contra de las tendencias actuales, ya que desprecian el potencial enorme de los datos.

El objetivo general del proyecto es el desarrollo de productos basados en datos para la optimización de procesos constructivos. Para alcanzar este reto tecnológico y científico, actualmente se están desarrollando modelos basados en el aprendizaje automatizado capaces de predecir la evolución de propiedades mecánicas de distintos hormigones (convencional, ultra-alta resistencia, proyectado y con fibras) en función de la dosificación y las condiciones de curado. Esta línea de actividad engloba el proyecto existente con Chatu Tech para el desarrollo y comercialización de chips con tecnología RFID para su uso en estructuras y elementos de hormigón.

La solución integrada del sensor junto con el algoritmo inteligente permite la monitorización inalámbrica en tiempo real de la evolución de resistencias en elementos de hormigón. Este es un dato crítico que posibilita la optimización de multitud de procesos constructivos, tales como el tiempo de desencofrado, la apertura de una carretera al tráfico, el tiempo de tensado del cable pretensado, etc. Toda reducción en tiempos de construcción/fabricación se traduce de forma directa en una minimización del impacto ambiental de las actividades y los costes asociados. Actualmente, ya se están realizando las primeras pruebas a escala industrial tanto en el campo de la obra civil, obras subterráneas y prefabricados, dando resultados muy prometedores.

Fuente: Smart Engineering